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Amanecer

Camilo Canaria 

Amanecer: De la oscuridad a la luz
Camilo Canaria hace parte de Casa Libertad, una fundación encargada del proceso para la libertad. 

Casa libertad es una organización que surgió bajo la cooperación del Ministerio de justicia, el INPEC, la Fundación Teatro Interno y la caja de compensaciones Colsubsidio. Se inauguró oficialmente el 22 de julio del 2015, bajo el convenio de cooperación No. 543 de ese mismo año.  Está  en la Avenida Caracas No 36 – 41 en Teusaquillo.

 Esta casa, cuyo objetivo principal es crear un espacio de atención y orientación a la población pos penada y brindarles herramientas útiles para su proceso de re inserción a la sociedad, cuenta con un equipo de profesionales los cuales prestan sus servicios de apoyo psicológico y laboral, así como orientación en oportunidades de empleo y facilitan el acceso a servicios de salud y seguridad social. Casa libertad también cuenta con capacitaciones, becas de estudios y programas artísticos, cursos del SENA 

Casa libertad también tiene convenios con entidades como Bancamía y  el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Los cuales otorgan a la población pos penada créditos de estudio y oportunidades de crear empresa. 

La noche 

La noche

En Colombia actualmente hay 117.18 personas recluidas en las 138 cárceles del país, si lo ponemos en un plano de realidad hay más personas privadas de la libertad que habitantes en Quibdó, la Capital del Chocó.  Camilo estuvo recluido 6 años y 10 meses, sin embargo, la privación de la libertad no es lo único que Camilo y las otras 117.018 personas que están en una cárcel tienen que lidiar.  “el hacinamiento y el trato inhumano fueron cosas difíciles. Es verraco convivir con más de 800 personas las 24 horas del día y siete días a la semana, además 800 mentes criminales, porque uno allá adentro se codea con el ladrón, con el violador, el que mató a la suegra etc.” Cuenta Camilo.

Actualmente la cifra general de hacinamiento es del 53%. Por otro lado, las cifras de sobrecupo en cárceles sobrepasan el 100%. La defensoría del pueblo pidió clausurar la cárcel de Riohacha que tiene un hacinamiento del 452% y de Bellavista en Antioquia que tiene un 283%.

Al principio Camilo, que se describe como cascarrabias, no fue el más disciplinado por lo que en la cárcel tuvo muchos problemas, nunca tuvo un patio fijo para convivir por lo que no hizo muchos amigos cercanos. “El primer problema que tuve en la cárcel fue por consumo y pues me golpearon y quedé resentido. Eso fue un domingo por la tarde y el lunes pedí un cuchillo prestado y a las siete de la mañana nos contaban, después de eso, al man que me pegó, le pegué una puñalada”.

Cada año el INPEC gasta aproximadamente 22 mil millones de pesos en costear la violencia dentro de las cárceles. Esto debido a que la institución es quien tiene que pagar la demandas que se hacen por muertes violentas o lesiones que pasen dentro de la cárcel.

Para Camilo, así como para todos los presos en Colombia, entrar a la cárcel significa entrar en un periodo de oscuridad. Cae la noche por un largo tiempo.

La noche - Camilo
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Un pequeño relato de Camilo sobre la cárcel

Estrella

Estrella Fugaz

En Colombia la visita conyugal está estipulada en la Corte Constitucional como un derecho de los reclusos y reclusas, pues “Constituye también una pieza fundamental en el proceso de resocialización y bienestar físico y psíquico del individuo”, Sentencia T-894 de 2007.


A Camilo lo visitó en la cárcel los últimos tres años una mujer, pero seis meses antes de salir comenzaron los problemas, “Yo le decía, nena relájese, que ya pronto se me va a acabar este infierno. No le quise decir cuando salía, solo que pronto, que no fuera así de dura conmigo, que se iba a arrepentir.” Camilo salió y ella no fue a recogerlo, ahora son solo amigos y se han visto un par de veces.
 

Las relaciones que se dan en la cárcel son muchas veces fugaces, como las estrellas. 

Estrella Fugaz - Camilo
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Un pequeño relato de Camilo sobre la cárcel

Despertar

Despertar 

La mamá de Camilo, Liliana, se acomodó en una silla y prendió un cigarrillo.
 

Escuchó atenta a Camilo decir que una de las cosas que más le afecto fue no tener el cariño de su familia cuando estaba en la cárcel.
 

Hicimos una pausa mientras Camilo pensaba que más iba a decir.
 

-Camilo, lo único es que a usted nunca le falto el cariño de su familia, eso no es
cierto.

 

Silencio, Camilo miraba el piso, no dijo nada.
 

Liliana, durante 6 años y 10 meses se levantó a las 4 a.m. los domingos de visita (en algunas cárceles se aplica pico y placa, un domingo ingresan quienes tengan la cédula terminada en número par y el siguiente las cédulas terminadas en impar), a llevarle la pasta con pollo, el plato favorito de Camilo, que su esposo la noche anterior había preparado.
 

Para visitar a una persona privada de la libertad lo primero es que el interno autorice el ingreso o estar en la base de datos del INPEC, luego se solicita el turno de visita, ahora se puede hacer por internet y el turno es otorgado inmediatamente, antes se debía pedir con una
semana de anticipación.

 

Camilo, levanta la cabeza.
-Ma, tráiganos un tinto.

 

Los dos sintieron la misma ausencia, porque para los familiares tampoco es fácil, porque las cárceles siguen siendo cárceles hasta de visita y volver a casa deslumbra porque todo cambia.

Despertar - Liliana
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Fragmentos de Liliana, mamá de Camilo, hablando sobre su infancia y ahora su trabajo. 

Amanecer

Amanecer

Hace 5 meses Camilo se encuentra en libertad. Sonríe y le brillan los ojos cuando habla de ese primero de mayo, cuando salió de la cárcel. A pesar de que su familia sabía el día en que él saldría, nadie sabía la hora exacta de salida, entonces, lo primero que hizo Camilo fue caminar y caminar, comprarse una cerveza fría y fumarse unos cigarrillos. Cuando llegó a casa, en la Candelaria, su barrio de toda la vida, no había nadie, porque nadie sabía a qué hora llegaría. Más tarde se reencontró con su familia, que lo recibió con mucho amor en casa.

Actualmente,  Camilo trabaja en Tostao, compañía aliada de Casa Libertad que contrata a pospenados. A veces, se va caminando de su casa en La Candelaria hasta Chapinero, para disfrutar de todo lo que pasa en la calle. Se ha perdido un par de veces en Transmilenio porque el sistema cambió bastante en los seis años que Camilo estuvo en la cárcel, ve cada 15 días a su hijo Jerónimo y hasta está pensando en comprar un moto.

Ser libre para Camilo es poder tomarse una cerveza fría, elegir el plato de comida que quiera, caminar por donde se le dé la gana, perderse en transporte público, volver a pelear con mamá y luego decirle muchas veces y todo el tiempo que la ama, sin tener que esperar a la visita. Estar libre es volver a ver salir el sol por las montañas de su ciudad, es amanecer. 

Amanecer - Camilo Canaria
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Un pequeño relato de Camilo acerca de su salida

Datos 

INPEC 
El Tiempo, "Especial de cárceles: Un país detrás de las rejas"
Corte Constitucional 
El País, " Se agudiza la crisis carcelaria en Colombia, habrá una salida"  

Agradecimientos  

Camilo Canaria y su mamá, Liliana
Casa Libertad 

Realización e Investigación  

Angie Salamanca
Amanda Valencia 
Geraldine Velandia  
Alfonso Villacorta  
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